Han pasado algunos meses desde mi último escrito y he vuelto a retomar esta actividad porque luego de experimentar en carne propia el incesante bombardeo de noticias, la mayor parte del tiempo asociadas con asuntos negativos, creo firmemente que es un deber para con el resto de la humanidad, compartir lo que he aprendido leyendo a Bob Duggan. Algunas de sus ideas no son nuevas para mí pero el hecho de encontrarlas escritas, sistematizadas de forma tan conveniente en su obra "Common Sense for the Healing Arts" [El Sentido común en las Artes Curativas] es todo un regalo que siento el deber de compartir con mis lectores.
blog dedicado a la vida, la esperanza, a compartir las vivencias buenas de la vida, escritos, ciencia, amor, fe, Dios, en fin de toda la amalgama de que esta compuesta el mundo!
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jueves, 27 de agosto de 2020
sábado, 5 de noviembre de 2011
Notas de "El Valor de Elegir" de Savater / (English inside)
Comparto algunas frases que llamaron mi atención mientras leía a Savater.
Hay veces
en que no le queda a uno más remedio que confesarse que existe una cosa llamada
conciencia.
La
conciencia se descarga de malas elecciones y acaba desapareciendo como tal
conciencia.
Obrar bien
es la consecuencia directa de saber en qué consiste lo bueno: quien conoce lo
bueno, lo preferirá y actuará como corresponde.
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domingo, 19 de septiembre de 2010
viernes, 10 de septiembre de 2010
Las felicidades del mundo
Creo que en la lista de las grandes preguntas de la vida inevitablemente se debe incluir junto con el ¿para qué estoy en el mundo? esta otra de ineludible resonancia ¿soy feliz?
Pero al fin y al cabo ¿qué es la felicidad?
Pero al fin y al cabo ¿qué es la felicidad?
viernes, 3 de septiembre de 2010
Sobre la belleza de la música y los regalos navideños
Me acordé de Julio Monsalvo, ese gran amigo que me encontré en mi camino por la vida y aquella vivencia que contó. Me dijo que una vez estuvo haciendo unos ahorros y que al fin decidió que tenía lo suficiente para comprarse un regalo que deseaba desde hacía mucho tiempo. Al llegar a la tienda y pedir que lo envolvieran con ese papel festivo del que siempre se llenan los almacenes para las épocas navideñas nadie se imaginó que lo empacaba para sí mismo.
"Me dije... Julito, te merecés este regalito!, disfrutalo!"- me contó mientras tomábamos un mate en uno de los bares del Malecón que está en las orillas del Lago de Managua.
Esa sensación de ver que empacan tu propio regalo es muy bonita, sobre todo cuando uno sabe lo que hay en el interior del paquete y sabe que adentro está un regalo especial por el que ahorraste durante algún tiempo.
Ese año yo también me regalé a mi mismo. Me sentí contento con el disco que contenía los grandes éxitos de Céline Dion.
Sentado en una banca de Metrocentro mientras los villancicos navideños rodeaban el ambiente festivo, descubrí poco a poco la cubierta de colores dorados y rojizos para darle paso a la sorpresa maravillosa de encontrarme con el regalo que hubía deseado durante tantos meses.
Muchas veces el asunto es otorgarnos a nosotros mismos el permiso de disfrutar de aquellas cosas que siempre hemos deseado y que muchas veces hemos regalado a otros pero hemos sido incapaces de regalarnos a nosotros mismos.
En este caso, el regalo de la música resuena imperecedero en los audífonos de mi reproductor de Mp3. Cada vez que escucho los éxitos de la increíble cantante canadiense me acuerdo de Julio Monsalvo y cómo me enseñó que a veces los mejores regalos son los que nos otorgamos a nosotros mismos.
"Me dije... Julito, te merecés este regalito!, disfrutalo!"- me contó mientras tomábamos un mate en uno de los bares del Malecón que está en las orillas del Lago de Managua.
Esa sensación de ver que empacan tu propio regalo es muy bonita, sobre todo cuando uno sabe lo que hay en el interior del paquete y sabe que adentro está un regalo especial por el que ahorraste durante algún tiempo.
Ese año yo también me regalé a mi mismo. Me sentí contento con el disco que contenía los grandes éxitos de Céline Dion.
Sentado en una banca de Metrocentro mientras los villancicos navideños rodeaban el ambiente festivo, descubrí poco a poco la cubierta de colores dorados y rojizos para darle paso a la sorpresa maravillosa de encontrarme con el regalo que hubía deseado durante tantos meses.
Muchas veces el asunto es otorgarnos a nosotros mismos el permiso de disfrutar de aquellas cosas que siempre hemos deseado y que muchas veces hemos regalado a otros pero hemos sido incapaces de regalarnos a nosotros mismos.
En este caso, el regalo de la música resuena imperecedero en los audífonos de mi reproductor de Mp3. Cada vez que escucho los éxitos de la increíble cantante canadiense me acuerdo de Julio Monsalvo y cómo me enseñó que a veces los mejores regalos son los que nos otorgamos a nosotros mismos.
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