El viaje a algún lugar es una analogía muy empleada por muchos contadores de historias para iniciar sus narraciones. Pero a veces, para algunas personas, el viaje a alguna o a ninguna parte, puede convertirse en el objetivo primordial de su existencia. Candelaria y Herman Zapp nos cuentan en su libro “Atrapa tu sueño”, que es un objetivo de vida que bien vale la pena tener.
Les dejo algunos
apuntes de la obra de estos aventureros que empezaron a recorrer el mundo
empezando con un viaje hacia Alaska desde su natal Argentina, nada menos que en
un viejo Graham-Paige de 1928.
Cuando
tomas la vida en tus manos, cuando le das una posibilidad a la vida, la misma
vida se da para que todo se te dé.
“No soy yo
quien te lo dice, es el eco de mi alma que repite las palabras de quienes en el
camino de la vida me las enseñaron”.
Cuando
éramos niños todo lo podíamos, pero no teníamos las fuerzas, y ahora que las
tenemos pensamos que no podemos. La vida deja de ser guiada por nuestro niño
interior para ser guiada por un ser adulto modificado por el entorno, donde ser
ese adulto significa no hacer cosas de niños y ser responsable. Cuando en
realidad la responsabilidad más grande es ser feliz. Somos responsables de ser
felices y si para eso tenemos que actuar como niños, bienvenido sea.
Si solo
hacemos lo que para los demás es normal, terminaremos haciendo todos lo mismo,
quedándonos en silencio, vistiéndonos igual, en un mundo sin risas ni cantos. Si
sólo los que saben pueden hacer las cosas, nadie haría nada, porque todos
alguna vez tuvieron que aprender. No te pierdas el momento, ríete mucho, si es
una carcajada mejor, sé un niño, sin medir tus risas, espontáneo, fresco. No te
ates al entorno, pierde los prejuicios, ríe, baila, canta, actúa y sentirás lo
bello que es ser niño otra vez.
En Bolivia,
se detienen a ayudarle a una señora a limpiar un pedazo de tierra que prepara
para cultivar y Herman se queda reflexionando luego de escuchar a la señora
diciendo “Mi porción es solo de doce metros por ocho, es lo único que tengo de
tierra para trabajar. Es poco, pero mal no está, porque hay gente que no tiene
nada”. Ante mis ojos -reflexiona Herman-
la señora no tiene nada pero aún así está agradecida por lo que tiene…
será porque me crié en una sociedad que
te enseña a querer tener más y más, sin ver lo que se tiene, sin ver lo que los
otros no tienen.
Cuando
están en la oficina de la aduana, haciendo papeleos para pasar a Perú
reflexionan “Obstáculos, inconvenientes y cosas inesperadas no los miren como
problemas, mírenlos como pruebas. Pruebas de fuerza, de fe, de amor, de ganas. Los
problemas no existen, nos los hacemos nosotros. Todo problema tiene solución. Y
si tiene solución ¿Por qué es un problema?”
Ya en Perú
llegan a la isla de los indígenas Uros. Se trata de una isla flotante
construida y reconstruida contantemente por
la manos de los aborígenes, con el mismo material con que fabrican botes y
casas: ¡juncos!. Herman nota que las casas son pequeñas y que no tienen muchas
cosas. “¿Dónde guardan el resto?”-pregunta inquieto.
-No hay
nada más, esto es todo. Si tienes muchas cosas, te hundes con ellas -me
responde. Siento que me dice algo que no se refiere sólo a la isla flotante-. Cuanto
más posees, más problemas tienes. Si andas liviano, andas con libertad- comenta
mientras revuelve su comida -. Todo lo que necesites en tu vida temporal, el
mundo te lo ofrecerá temporalmente. La vida no es eterna y nada te pertenece
eternamente.
-¿Eres un
viajero?
-La vida es
un viaje y todos estamos de paso: no te cargues, no te hundas, despójate.
-Pero
algunas cosas necesito llevar, estoy viajando en un auto.
-Dios hizo el mundo con todo lo que puedes llegar a necesitar y cuando esto ocurra estará para ti, confía en ello.
LA VIDA ES
UNA SOLA Y TAMBIEN, ASÍ COMO SE PRESENTA, SE VA. ES MUY CORTA Y SI NO ESTÁS
HACIENDO LO QUE SIENTES Y QUIERES, LA ESTÁS PERDIENDO.
-Primero haces
el trabajo, aunque no te guste, porque necesitas una casa. Después será porque
necesitas un auto y el resto de tu vida porque tendrás que mantener una familia…
y lo que lograste tener. ¿Y el trabajo que tanto quisiste hacer? ¿Qué pasó? Algunos
quisieron ser músicos, pintores, actores, cocineros, guardabosques,
carpinteros, bomberos, policías…, pero las monedas pesaron más y los condujeron
a otro lado… les doy este consejo: trabajen en lo que amen hacer, que el pago
sea secundario, aunque sea muy necesario.
Empiezan la
caminata de tres días hacia Machu Picchu. Es una caminata de tres días
mayormente ascendente, en el cuarto día, entrarán en la mítica ciudad. Uno de
los consejos que reciben es el siguiente: “Si sienten que su cuerpo no puede
dar un paso más, si sienten que usaron toda su energía y ya no tienen más para
poder seguir, pídansela a la montaña, al viento, al cielo.”
Llenándome de
temas laborales lo que en realidad hacía era apabullarme y esquivar el sentido
de mi vida. Era uno más dentro del montón y me parecía que estaba bien, pero en
el fondo había una vocecita que me repetía que yo podía hacer algo diferente,
que la vida no se basa sólo en estar ocupado y lograr más y más.
Y luego, en
medio de la misma fogata, alrededor de la cual conversan todos los que van
caminando en el mismo grupo hacia la ciudad sagrada, otra reflexión:
“¿Cómo
pueden los gobiernos separarnos, mandarnos a la guerra y hacernos matar si en
esencia somos todos lo mismo?”. Hoy tras haber recorrido muchos países “enemigos”,
sólo veo humanos creados por un Dios maravilloso e iguales a mí”.
Si dejas
que tu corazón te guíe, nunca estarás en el camino equivocado. Escúchalo siempre.
Él mejor que nadie sabe qué está bien y qué está mal, él sabe de sueños, de
amor… Síguelo, no dejes que tu mente, influida por los mandatos de otros, te
reine. La mente fría piensa, en cambio tu cálido corazón siente.
No he
nacido príncipe, pero el verdadero rey no nace, se hace. Sucede cuando te das
cuenta de que Dios todo lo hizo para uno: los lugares con sus personas, las
montañas con sus nieves, los mares con sus peces, la luna con sus estrellas. No
para que gobiernes, sino para que lo disfrutes. No para que lo ordenes, sino
para que sigas su equilibrio. No para que lo posees, sino para que seas parte.
Mi vida siempre tuvo tiempos, nunca imaginé hacer algo tomándome para ello los días que fueran necesarios. Un horario, una fecha o al menos un tiempo estimado, siempre precisé una guía o, mejor dicho, un límite. Para hacer este viaje con Cande calculamos seis meses siendo la primera vez que nos damos tanto tiempo para nosotros. Siempre nos había limitado el trabajo, él decidía por nosotros, era el dueño de nuestro tiempo. Incluso el decir que nos íbamos por seis meses nos sonaba a irresponsabilidad.
Bajamos a
las catacumbas de la Iglesia de San Francisco
-En Lima, Capital- . todos estos esqueletos fueron personas, vivas, con
familias, amores, sueños… ahora son solo huesos.
Ahora,
después de ver tantos muertos, siento que estamos de paso.
La vida es
un préstamo que un día se cobra. Nadie escapa, nadie le gana a la muerte. La vida
es un obsequio de Dios, lo que hacemos con ella es nuestro regalo a él.
Nadie tiene
tan poco como para no dar y nadie tiene tanto como para no recibir.
Hablando
con un capitán, le comparte “Crucé el Atlántico en dieciséis días, nunca pensé
que sería tan rápido. Tardé más de quince años en decidirme y en poco más de
dos semanas ya estaba del otro lado del mundo. ¿Se dan cuenta de las vueltas
que di?, ¿Del tiempo que perdí?. … El secreto para CUMPLIR UN SUEÑO, ES
EMPEZAR.
Cuando
llegas a ser capitán de tu propio barco, cuando sabes los secretos del mar y de
las tormentas, es imposible que dejes que otro te diga qué hacer. Cuando llegas
a capitán, aunque sea de un barco muy pequeño, no hay marcha atrás. Cuando llegas
a capitán eres capitán para siempre.
Cada vez
que vivan un momento especial, no dejen de ver qué aprendieron de él, porque sí
les pasó es por algo. Ustedes busquen enseñanzas. Toda persona puede enseñar,
pero pocos aprender. Muchas veces frente a tus narices hay algo muy importante:
puedes verlo y aprenderlo o dejarlo pasar. Ante el mismo profesor unos
aprenderán más que otros. Aprendan con cada cosa que vean, con cada cosa que
pase.
¿Cuál es el
contrario de soñar?
Nos quedamos
pensando, buscando cuál será: -No sé, no encuentro ninguno – le digo.
-Es que no
lo hay, no existe, no hay nada ni nadie en contra de un sueño. Todos soñamos,
no hay quien no lo haga. Todo y todos estamos a favor de los sueños. Es una
felicidad muy linda cumplir un sueño, y también lo es y tal vez más ayuda a
cumplir un sueño… muchas veces necesitarán ayuda y muchísima gente querrá
ayudarles, pero si no lo piden, no sabrán como hacerlo. Pedir ayuda es decir te
necesito, necesito de tu esfuerzo, de tu tiempo y de tus conocimientos, para
algo que solo no puedo hacer, pero que sí será posible si cuento con tu
auxilio. Pedir ayuda es necesitar a otro para hacer algo juntos, y que alguien
necesite de nuestra ayuda nos hace sentir útiles, necesarios, que somos parte
de algo. Ayudar es un sentimiento muy lindo, tan lindo como cumplir un sueño.
(Fin de la
parte 1)
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