Según el versículo bíblico "que uno coma beba y goce de felicidad, eso es un don de Dios" debo decir, sin temor a equivocarme que esta semana fui feliz. Fui portador de una felicidad sosegada, tranquila, amable. Que se regocija con las cosas sencillas de la vida: una buena compañía, una buena comida, una buena bebida, un buen libro, una buena película, en fin. Hasta el clima me gustó, no tan frío, ni tan caluroso, es decir, el justo ideal.